
Todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre cuando exactamente comenzó el mundo de la tauromaquia. Ya desde la prehistoria paleolítica, el ser humano ha cazado toros. El toro se ha domesticado también, para ser utilizado como animal de tiro para la agricultura; Y desde el principio del conocimiento de su existencia ha simbolizado fuerza, virilidad y fertilidad.
Julio César fue quien introdujo los toros de Hispania en las ``venerationes´´ que se organizaban en el Coliseo de Roma. Un conocido matador de toros fue un tal Karpóforo. Ovidio describe que usaba una tela roja para llamar la atención del animal, para que embistiera y luego lo mataba armado con una espada y un escudo.
En la Península Ibérica durante el período de formación de los reinos cristianos, el primer espectáculo taurino formalizado que conocemos tuvo lugar en León, en 815, aún bajo dominio árabe, aunque sus organizadores eran cristianos. El primer anuncio público de una corrida, del cual tenemos constancia, es el de la celebrada en ívila, en motivo de la celebración de la boda del infante Sancho de Estrada en 1080. También hubo una corrida en 1107 para celebrar la boda de un tal Blasco Muñoz, en la localidad de Varea (Logroño). Para celebrar la coronación de Alfonso VII (1133), se corrieron varios toros, y en León en 1140, se festejó de la misma manera la boda de su hija.
En 1700, llegó a España la dinastía borbónica, con el rey Felipe V. En motivo de su llegada, se festejó corriendo a varios toros.
El cartel de toros más antiguo que conocemos data de 1763, para promocionar la inauguración de la temporada en Sevilla. En 1771 murió, cogido por el toro en la plaza, el primer torero de fama, cuyo nombre conocemos: José Cándido.
Actualmente, la tauromaquia ha evolucionado y cambiado mucho, gracias a los avances sociales y tecnológicos, que ayudan a mejorar el cuidado del toro bravo en el campo, se buscan otro tipo de toros, más estéticos, pero con menos sangre y bravura, menos kilos, menos embergarura o también, como en algunos festejos, el afeitado de los cuernos para el evite de cornadas directas en el primer contacto del cuerno con la piel.
-Fuente: Anima Naturalis
Julio César fue quien introdujo los toros de Hispania en las ``venerationes´´ que se organizaban en el Coliseo de Roma. Un conocido matador de toros fue un tal Karpóforo. Ovidio describe que usaba una tela roja para llamar la atención del animal, para que embistiera y luego lo mataba armado con una espada y un escudo.
En la Península Ibérica durante el período de formación de los reinos cristianos, el primer espectáculo taurino formalizado que conocemos tuvo lugar en León, en 815, aún bajo dominio árabe, aunque sus organizadores eran cristianos. El primer anuncio público de una corrida, del cual tenemos constancia, es el de la celebrada en ívila, en motivo de la celebración de la boda del infante Sancho de Estrada en 1080. También hubo una corrida en 1107 para celebrar la boda de un tal Blasco Muñoz, en la localidad de Varea (Logroño). Para celebrar la coronación de Alfonso VII (1133), se corrieron varios toros, y en León en 1140, se festejó de la misma manera la boda de su hija.
En 1700, llegó a España la dinastía borbónica, con el rey Felipe V. En motivo de su llegada, se festejó corriendo a varios toros.
El cartel de toros más antiguo que conocemos data de 1763, para promocionar la inauguración de la temporada en Sevilla. En 1771 murió, cogido por el toro en la plaza, el primer torero de fama, cuyo nombre conocemos: José Cándido.
Actualmente, la tauromaquia ha evolucionado y cambiado mucho, gracias a los avances sociales y tecnológicos, que ayudan a mejorar el cuidado del toro bravo en el campo, se buscan otro tipo de toros, más estéticos, pero con menos sangre y bravura, menos kilos, menos embergarura o también, como en algunos festejos, el afeitado de los cuernos para el evite de cornadas directas en el primer contacto del cuerno con la piel.
-Fuente: Anima Naturalis
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